María José Palomino empezó con CRISTIAN LAY cuando sólo tenía 16 años. Su tía era Delegada y le ofreció ser asesora. Asegura, entre sonrisas, que se llevaba los catálogo al instituto y que los maestros se los quitaban. Recuerda que es esa primera etapa en CRISTIAN LAY estaba muy motivada, ganaba 5.000 pesetas a la semana. María José recuerda que llegaba del instituto, soltaba la mochila y se iba a vender todos los días.
Así hasta que se convirtió en jefa de grupo. Primero tenía a su cargo a unos 5 personas y poco a poco fueron más: “la base de este negocio es la constancia”. María José asegura que hay que salir todos los días a trabajar.
“En el tiempo que llevo en CRISTIAN LAY no hay un solo día que me haya quedado en casa”
María José ha aprendido en todos estos años que con constancia e ilusión se llega muy lejos. Ahora ella es Delegada Comercial de CRISTIAN LAY, “me he encontrado muchos no, pero también muchos sí”, tiene a su carga a un gran equipo de personas a las que ayuda y forma día a día desde el primer momento ya que “la mejor base es una buena motivación”. Al principio hay que hacer muchos esfuerzos, pero luego es un ganar-ganar, así es como define esta malagueña su trabajo.
¿Su objetivo personal? Seguir trabajando en CRISTIAN LAY: “me gustaría jubilarme aquí en CRISITAN LAY”. Además confiesa que aquí hay trabajo pero hay que seguir adelante y luchar por lo que quieres. “Estamos en la mejor empresa”, una empresa que desarrolla a la gente como bien define María José, en la que realmente se gana dinero “lo que tu quieras, no hay un tope”.
“Con esfuerzo, ilusión, ganas y trabajo todo se consigue”
María José Palomino es uno de los casos de éxito que tenemos en CRISTIAN LAY, su testimonio nos da ejemplos de todo lo que se puede lograr siendo constantes y trabajando. “Días malos hay muchos, pero buenos aún más”.
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